miércoles, 21 de agosto de 2013

La complicidad

Soy el verbo que da acción a una buena conversación y cuando tú me nombras sientes ganas. Soy la nueva alternativa contra contaminación y tú eres la energía que me carga. Soy una arboleda que da sombra a tu casa, un viento suave que te soba la cara. De todos tus sueños soy la manifestación, tú eres esa libertad soñada. Soy la serenidad que lleva a la meditación y tú eres ese tan sagrado mantra. Soy ese jueguito que te baja la presión y siempre que te sube tú me llamas.
Ya, tira la sábana, sal de la cama, vamos a conquistar toda la casa. De todo lo que tú acostumbras soy contradicción, creo que eso es lo que a ti te llama. La complicidad es tanta que nuestras vibraciones se complementan, lo que tienes me hace falta. La afinidad es tanta, miro a tus ojos y ya se lo que piensas. Te quiero porque eres tantas cositas bellas que me hacen sentir muy bien.
Soy la levadura que te hace crecer el corazón y tú la vitamina que me hace falta. Soy ese rocío que se posa en tu vegetación y tú esa tierra fértil que está escasa. Soy la blanca arena que alfombra tu playa, todo el follaje que da vida a tu mapa. De toda idea creativa soy la gestación.
Tú eres la utopía liberada.

miércoles, 14 de agosto de 2013

jueves, 8 de agosto de 2013

Quiero

Quiero que me oigas sin juzgarme.
Quiero que opines sin aconsejarme.
Quiero que confíes en mí sin exigirme.
Quiero que me ayudes sin intentar decidir por mí.
Quiero que me cuides sin anularme.
Quiero que me mires sin proyectar tus cosas en mí.
Quiero que me abraces sin asfixiarme.
Quiero que me animes sin empujarme.
Quiero que me sostengas sin hacerte cargo de mí.
Quiero que me protejas sin mentiras.
Quiero que te acerques sin invadirme.
Quiero que conozcas las cosas mías que más te disgusten, que las aceptes y no pretendas cambiarlas.
Quiero que sepas que hoy, hoy puedes contar conmigo sin condiciones.

jueves, 1 de agosto de 2013

Más allá

Se interpone en mi camino de forma intermitente y también me impide ver más allá de su figura recortada por la luz sol. Pero ahora veo un poco más, pues ellos mismos me han abierto los ojos, y aunque no pueda mirar hacia el sol, sé que sigue brillando ahí detrás.
Mis ojos se centran en la chispa adecuada y no en las raíces que intentan adherirse a mí, en la luz más allá y no en su figura que se interpone sin permiso ninguno.