Más de un año y un café después, puedo dejarlo marchar. Más de un año y un café después, se confirma. Fuimos una delantera mítica y, por suerte, él tenía razón:
"Si no perdemos la fe, cuando miremos atrás veremos que, aunque fue una medicina horrible, el paciente la necesitaba".
"Si no perdemos la fe, cuando miremos atrás veremos que, aunque fue una medicina horrible, el paciente la necesitaba".

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