lunes, 25 de marzo de 2013

Eterno atardecer de una mente sin recuerdos


Está bien, está bien... Estoy bien.
Dejadme un momento que controle lo que tengo bajo los pies. Hay mucha tierra. Hay barro. Si lo piso demasiado me hundiré, porque ha llovido. Y no puedo volar, así que...Eso es: tengo que pisar el barro, y tengo que hundirme. Necesito hundirme en los más profundo del asqueroso lodo que tengo bajo mis pies. Eso es, dejaré que me asfixie, que me inmovilice y que la presión de toda la tierra sobre mi cuerpo me rompa las costillas, fracture cada hueso de mi esqueleto, desencaje cada vértebra de mi columna, reviente cada vena y arteria y haga brotar la sangre de cada uno de mis orificios. Dejaré a las olas de dolor inundar mi playa, destruir todo lo que se encuentren a su paso, y después convertirán mi playa en un desierto donde ya no habrá barro ni lodo, sino dunas infinitas de arena que arde bajo un sol abrasador. Caminaré descalza por ese desierto, y sentiré las tiras de piel desprenderse de mis pies a latigazos por el calor insoportable de la arena. Mi lengua seca pedirá a gritos un poco de agua para calmar la sed que corroe a mi boca y mi garganta, pero mi desierto solo me dará a cambio más sol, más dolor. Y menos esperanza. Mucha menos.

Vuelve y sácame de aquí.

domingo, 24 de marzo de 2013

El portazo me sonó como un signo de interrogación

Este adiós no maquilla un hasta luego. Este nunca no esconde un ojalá. Estas cenizas no juegan con fuego. Esta ciega no mira para atrás. Este notario firma lo que escribo. Esta letra no la protestaré. Ahórrate el acuse del recibo, estas vísperas son las de después. A este ruido, tan huérfano de padre, no voy a permitirle que taladre un corazón podrido de latir. Este pez ya no muere por tu boca. Estos ojos no lloran más por ti.

Y después de escribir esto, pensó: ¿a quién pretendo engañar? Y tachó su falso orgullo.

martes, 12 de marzo de 2013

Ha cerrado con llave

En aquel suspiro, en aquel momento, en aquella noche, subió las escaleras de caracol y llegó a la pequeña azotea. Algunas estrellas en el cielo se atrevían a ser fuertes y brillar por encima de la contaminación. Ella miró todo lo que se extendía a sus pies, y más allá del horizonte. Se preguntaba el por qué de todo, pero sobre todo, se preguntaba por qué era todo tan difícil. Se preguntó por qué no hacerle trampas al sol para que no saliera más a joder todo su mundo. Así mañana nunca llegaría, y podría detener el tiempo, para así disfrutar (con tiempo suficiente) de su muerte, también conocida como vida. Necesitaba parar el tiempo para así disfrutarlo. Por un momento también de aquella noche, deseó ser pequeña, para poder ser cobarde quizá y enfrentar a los dragones sólo en su mente y no en la realidad. Porque los dragones existen, pero la mayoría de las personas los conocen como "los problemas de la vida"...Supongo que aún es un poco pequeña, ¿verdad? Pasado y Presente no habían aprendido a cooperar en su mente todavía, y aún no sabían bien cómo trabajar en equipo. Presente siempre insistía en que Pasado es sólo un prólogo. Pero lo cierto es que ambos temían a Futuro. Ella pensaba que era lo único que tenían en común, ese miedo a no saber. Algo sin sentido pero con mucha lógica. Dibujó con su dedo un arco y una cruz en el cielo, y susurró, muy, muy, muy bajito: "Vuelve, y al menos inventa una despedida; finjamos que la tuvimos". Y sólo su pequeño corazón pudo oírlo...mas ni siquiera él la entendió del todo.

Dime dónde estás

Frío, frío, frío...

sábado, 9 de marzo de 2013

Mi Luna

Lo recuerdo muy bien: la primera vez que vi tu cabeza rondando por ahí, porque la mía dejó de funcionar al verte, y el tiempo paró en ese instante. Y entonces sucedió. Me dejé llevar por la brisa que soplaba, que alcanzaba las partículas más finas de mi ser. Después te imaginé un momento junto a mí, disfrazado con mi piel, que ahora transpiraba tu ser. Y me susurró en el oído "acércate, ven a que te meza en mi cuna de papel y a que te fumes los recuerdos antes de que empiece a llover". Y sentí a cada una de esas palabras calar en cada rincón de mi cuerpo, de mi mente. Y de repente no existía nada más en este absurdo espectáculo de vida llamado mundo. Sólo tú, yo y la huella que dejó en mí aquel momento. Y tu voz, dios mío, tu voz...era la canción más hermosa que mis oídos jamás habían podido escuchar. Tu voz me hacía sentir tan protegida a tu lado, tan tranquila y en paz. Poco a poco fui dándome cuenta de que hay pecados compartidos, de que tú estabas tan cerca, de que mis anclajes no paraban tus instintos ni los míos. Y no quería que lo hicieran. Quería sentirte. Era absurdo negarlo, y cada vez lo veía más claro. Cada recoveco y cada parte de mi ser te buscaban a ti en todo momento; buscaban un recuerdo, un olor, un sonido, una canción, un sitio cercano al río quizás, e incluso imaginaban momentos futuros, siempre junto a ti. Al final, fuiste la luz que siempre me guiaba, allí donde se acababa el mar. Fuiste mi Luna.

viernes, 8 de marzo de 2013

Son solo lágrimas y lluvia

Cómo desearía poder cruzar las puertas de mi propia mente y dejar que todo fluyera en mi interior, dejar que las cosas pasen sin más, sin relojes ni responsabilidades que me aten a las paredes de la lógica. Esa lógica estúpida y sin sentido que nos hace creer en superficialidades tan grandes como el dinero y el poder. Solo necesito el aire que respiro. Necesito que la lluvia moje mi cuerpo. Necesito ver al sol esconderse sin cegarme. Necesito sentir el frío de tus dedos bailando sobre mi espalda. Necesito experiencia. Quiero tocar mi guitarra, y dejar que suene en una canción que nadie conoce, ni siquiera yo misma. Quiero escuchar el sonido de las gotas al llover y chocar contra el cristal de mi ventana. Quiero muchas cosas...pero a la vez no quiero nada.

La primavera de Y

En mis árboles puedes verla a ella. Sus hojas comenzaron a caer y ella caía también sin darse cuenta. Yo regaba el árbol, ero las hojas seguían cayendo. Pasó el otoño, el invierno ya llegó. Fue duro. Ella se vio desnuda, sin hojas, frente al invierno. Y yo intentaba ayudarla, pero no sabía bien cómo hacerlo. Pasaba las tardes a su lado. Y después me pasaba los días enteros con ella. Me parecía que se iba. Se apagaba por momentos. Así que le compré flores, y las puse en cada una de sus cansadas ramas, hasta que finalmente se la veía hermosa. Era la más altiva entre todos aquellos árboles sin flores. Nevaba y helaba, y ella mantenía sus flores, fuerte. Mantenía el equilibrio. Así, el duro invierno se fue, y ella se quedó conmigo. Llegó la primavera, y juro no haber visto nunca un árbol más hermoso que aquel, pues ahora caían las flores que yo le puse para dar paso a sus propias flores, a su propia vida, repleta de luminosidad y energía.

jueves, 7 de marzo de 2013

Un trozo de papel en mi bolsillo

Hacerme pequeña cuando te miro. Hacerme pequeña porque tus ojos son los dos grandes lagos en los que mi reflejo se baña. Esa es mi afición.Perderme en tu interior, en el interior de tu mente, desconocida por todos, para así mantener vivo el misterio, el enigma. Virvir contigo, vivir junto a ti: vivirte al fin. Vivirnos. Sentir que en mi interior nace algo nuevo, nunca sentido pero siempre esperado, sin saber por qué. 

Burbujas de hielo

Si tan solo pudiera...flotar. Como un pluma. Volar. Dejar al viento bailar entre mi pelo, entre mis dedos, acariciándolo al pasar. Sentir cómo se me eriza el vello ante el frío de su brisa. Saber que por un momento, no hay nada que me sostenga; saborear la eternidad en mis labios, la eternidad encerrada en un segundo, en un instante. Un desafío al tiempo. Sentir vida encerrada en mi interior. La vida queriendo escapar.  Que me atraviesen los rayos del sol, que me revuelva el viento con sus tornados, que la vida me de vueltas, me sorprenda, que el fuego de tus ojos me queme el alma, que el hielo de tu aliento me congele los labios. Que entres en mí...Porque quizá mis ojos ya no te lo lleguen a transmitir, quizá mis manos ya no alcancen a tocar tu alma, quizá mi voz quebrada ya no llegue a tus oídos, quizá mis piernas ya no corran lo suficiente para alcanzarte...Pero, si tan solo pudiera transmitirlo, tocar tu alma, llegar a tus oídos, alcanzarte...flotaría. Como una pluma.