martes, 14 de mayo de 2013

El principio del agua


Adaptación. Analizar la situación y sí, ser agua.
Por una vez dije lo que debía decir. Quería decir precisamente lo que salió de mi boca. No me permitiré seguir vacía, como tus promesas. Las mentiras ardieron durante demasiado tiempo, pero la verdad mordió con rapidez. Y ahora quiero ser agua.
Llegará el momento en el que tus derechos y los míos sean leídos, y entonces, no antes, podré pensar en ti a menudo. Quizá incluso pueda mirarte y quién sabe si incluso podré dedicarte alguna que otra frase desinteresada, por resultar "cortés" o porque de verdad quiera hacerlo.
Pero ahora seré agua.

Ya está bien de mirar atrás. Ya está bien de verte en cada rincón que alcanzan a ver mis ojos.  
Basta de pensarte, de pensarle; de pensaros. De perder mi tiempo de esa forma tan estúpida, de no ser yo, de no llevar las riendas de mi vida, de permitiros ser los protagonistas de mi historia, de que me hagáis tocar fondo y me hundáis como lo estáis haciendo. No voy a permitir que hagáis eso conmigo. Tan sólo quería la verdad, y solo recibía mentiras. Mentiras que, lamentablemente, no solo me engañaban a mí, sino también a vosotros mismos...

No merezco todo esto. No merezco esta puñalada por doble. Así que se acabó, no estoy dispuesta a seguir recibiéndola. Seré agua, y vuestra decepcionante puñalada por la espalda no podrá hacerme daño. Y haré mi corazón de mimbre, para que se doble antes que partirse. Llenaré mis miradas de un frío ardiente que congele todo intento de acercamiento.
Habéis dejado demostrado no merecer más que eso...

1 comentario:

  1. Magnífico, me gusta mucho y está muy bien expresado.
    Un abrazo y muy bien dicho :)

    ResponderEliminar