jueves, 27 de junio de 2013

¿Qué esperar?

Se deja caer. No esperes otra cosa de ella si fue tu piedra lo que le hizo tropezar. No esperes otra cosa si es tu fantasma lo que ve al irse a la cama. No esperes verdades cuando sembraste mentiras. No esperes vida si la arrancaste de sus manos. No esperes palabras si se quedó sin voz. Música, si desapareció contigo. No esperes confianza, pues, ¿dónde quedó eso para ti?
Ella...ella esperaba a alguien allí cuando cayera. No esperaba tu piedra, no esperaba tus fantasmas, nunca esperó mentiras. No de ti, nunca tuyas. ¿Cómo iba ella a esperar todo eso? ¿Cómo, viniendo de ti? Lo nunca concebido, pero lo más real y palpable.

Ella esperaba poder creerte; quería hacerlo, lo deseaba, porque eres tú. Eras, eras tú. Esperaba poder seguir confiando en ti, esperaba demasiado bien de tanto daño hecho. Esperaba no tener que sentirse insegura contigo. Supongo que esperó muchas cosas, y que finalmente fueron demasiadas para ti.

Ahora no espera nada.
Y mientras se deja caer, ni siquiera espera dejar de hacerlo.

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